LAS AUTOPISTAS DE ADUEÑAN DE LOS SERES QUERIDOS

Evelin Valdez

Evelin Valdez.

Santiago de los Caballeros.-Las autopistas que son las vías por las cuales millones de personas se transportan en el día a día y se han convertido en el enemigo número uno para quienes la transitan, al menos  así lo establecen las estadísticas.

Hace apenas un mes, en la autopista La Vega-San Francisco de Macorís, fallecieron cinco jóvenes, quienes iban a bordo de un carro, eran vidas en la flor de la juventud.

Cinco familias destrozadas por la perdidas de los adolescentes, que por la prisa de la vida, tomaron la decisión de jugar con el tiempo y la muerte, así lo manifiestan en un video, grabado minutos antes del siniestro, donde el conductor dice, “Si aquí morimos, los quiero chicos, los queremos”, lo que puso a muchos a pensar, que fue buscada esa tragedia.

Más adelante al norte del país, en la autopista que une las provincias de Montecristi y Dajabón, un choque entre una camión (patana) y un autobús, del trasporte público, que transportaba a más de 30 personas, allí murieron dos personas, una de esta, un joven con apenas 18 años de edad, que viajaba a la universidad, perdió la vida.

Al  sur del país, nos encontramos con otros siniestro, el cual les arranca la vida a cinco personas, hecho ocurrido en la carretera Sánchez, tramo Baní-Azua.

Accidente en La Vega, donde murieron cinco. adolescentes.

Aún la población no se recupera de estos hechos, que aunque no son miembros de nuestras familias, nos impactan y nos dejan el corazón angustiado y afligido, cuando en los medios nos informan de otro abrupto accidente.

El pasado sábado 12 de octubre del 2019, nueva vez se interpone el triste destino en el camino de tres jóvenes (hermanos) y les arranca la vida, tras ir por la autopista Joaquín Balaguer, camino a Navarrete, iban camino a su casa y lo único que llegó, fue la tristeza a ese hogar.

Tres vidas al mismo tiempo, miembros de un solo seno familiar, el dolor ahoga a esos padres, que ven partir a sus tres hijos al mismo tiempo, sin poder hacer nada, más que llorar y quedarse atados de brazos ante la impotencia de no poder cambiar lo sucedido.

¿A qué se deben estos hechos?, ¿a la imprudencia de los conductores?, ¿la falta de luces en las carreteras y de acondicionamiento de las vías?, ¿o al simple destino que se empeña en llevarse vidas a destiempo?.

¿Qué le decimos a esos familiares que han perdido esas familiares? a quienes no volverán a ver y que han dejado un vació irreparable en cada hogar.  Lamentablemente; estos son solo algunos ejemplos de los tantos casos que se reportan a diario.

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