“¡Ha llegado la Navidad!… Hoy no quiero dejar de recordar a quienes viven una situación difícil por razones de salud o económicas, también a aquellos que están lejos de sus hogares y sus seres queridos”, dijo el jefe de Estado.
Recordó que hace dos mil años tampoco la situación era la ideal, ya que la sagrada familia vivía en condiciones de vida muy difíciles.
“En medio de esa precariedad nació Jesús. La Navidad es Dios con nosotros. Esa es nuestra esperanza, esa es nuestra fe, no estamos solos”, añadió Abinader al aludir a las actuales secuelas de la pandemia de la covid-19 y exhortó a que ninguna crisis apague la llama de Belén.
“Durante estas fiestas navideñas debemos dejar atrás nuestros pensamientos más pesimistas y disfrutar con nuestras familias y amigos del regalo que es estar juntos”, exhortó.
Reiteró su llamado a protegerse del coronavirus, a “proteger a los demás”, que es “el mejor acto de amor que podemos hacer, así volveremos a ver las sonrisas, volveremos a abrazarnos, volveremos a recuperar la salud. Que en estas navidades lo único que se transmita sea la esperanza”.
La primera dama aludió a su vez a la historia del villancico “El Tamborilero” que admitió no deja de emocionarla.
“Nos cuenta de un hombre que quiere hacer un regalo que agrade al Niño Jesús, pero no tiene nada que ofrecer, más que un viejo tambor. Llega frente al portal de Belén inseguro de si su regalo será suficiente y le dedica al Niño un canto de amor en su honor. El villancico termina con la frase: ‘cuando Dios me vio tocando ante él, me sonrió”.
“Este año, con todos sus retos, nos ha venido a recordar que lo más importante que podemos ofrecer a otros es nuestro tiempo y corazón”, remarcó.
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