En Santiago la población decidió continuar con la prevención de la COVID-19 mediante el uso de mascarilla y otras medidas, pese a que el presidente Luis Abinader anunció la noche del miércoles que se dejaban sin efecto las restricciones obligatorias en los espacios públicos y privados, como el uso de mascarilla y la muestra de la tarjeta de vacunación.
En la ciudad de Santiago, pese al fin de las restricciones que datan de marzo de 2020, la mayoría de personas salió a las calles con cubre bocas o mascarillas.
“No importa que el Gobierno haya quitado las retracciones, hay que seguir cuidándose, porque el covid no se ha ido”, expresaron algunos ciudadanos.
Algunos defienden la decisión del Gobierno, otros entienden que es una acción populista para desviar la atención de problemas como los precios de los combustibles y la propuesta de fideicomiso de Punta Catalina, que han generado muchas críticas a la administración que dirige el presidente Luis Abinader.Vicente Díaz, quien representa la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), cree que la medida está atinada, pero llama a la población a mantener algunas reglas para la protección.
“Permitirá al Gobierno recaudar dinero fresco, dinamizará la economía nocturna y eliminará ruidos políticos que afectan su imagen, en estos momentos”, asegura Esteban Rosario.
Agrega que, además, la decisión del gobernante deja sin discurso a la oposición política, que usaba la restricción para adelantar la campaña electoral.
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