Por Evelin Valdez
Anoche fui al teatro donde entendía que en esta nueva era moderna no me exigirían entrar con traje y corbata.
Al llegar a la puerta, la joven que recibe amablemente me dice, que por protocolo del lugar no puedo entrar calzando unos tenis, “que por cierto lo compre en una paca” rápidamente entendí y me retiré.
Sorpresa para mí un caballero con la chequera un poco más pomposa que la mía andaba en tenis, quizás mejor marca que los míos y más caros pero tenis al fin y al cabo, me quedé observando para ver el proceso, cuando vimos que el si iba a entrar pusimos la cara de “y yo pa cuando”.
La joven no le quedo más remedio que decirle al señor las mismas directrices que me dijo minuto antes a mi y mis acompañantes
Yo después no solo de un día largo de trabajo, sino una semana batallando con asuntos médicos, sin haber comido nada en todo el día, decidí que no era día para pelear, además las reglas están y no soy quien para romperlas.
Mi inquietud es la siguiente:
El teatro no es un templo
El teatro no es una sede judicial
Jesús andaba descalzo y tenía más seguidores que cualquier influencer, cómo dice mi amigo Máximo Laureano el fue el primero, si fuera en esta época tuviera más like.
Continuando con el tema, en mi mente solo pasaba algo, llegar al primer pica pollo y disfrutar de Eddy Herrera en Youtube.
Gracias a los encargados del teatro que nos auxiliaron pudimos disfrutar del concierto del cuál le daré detalles luego, aunque yo no estaba en hacer mi crónica de siempre solo de disfrutar del tipazo que es Herrera a sus 59 años, que Dios lo cuide, lo guarde para mí y vote la llave.
Pero el caso es que las reglas deben ser para todos sin excepción de la magnitud de la chequera.
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