Por Karla Alcántara
Hubo este lunes más de 40 invitados registrados en el listado de seguridad, divididos entre influencers, funcionarios y medios de comunicación. En una mesa de plástico improvisada brindaron agua, café y té a los presentes, a su frente se alzó la cúpula del Palacio Nacional.
El salón verde alumbrada con 13 candelabros resaltaron los fotógrafos, que se movilizaron entre las seis filas compuestas por ocho sillas de madera y almohada negra.
Sin embargo, quienes más resaltaron fueron los funcionarios, vestidos de chacabana blanca, zapatos negros y pantalón negro, mientras que los miembros de la prensa, sentados en su mayoría del lado derecho del salón, brillan por su sticker color amarillo pegado a la izquierda de su cuerpo.
Son las 4:42 de la tarde de este lunes 29 de julio, los periodistas siguieron llegando, los presentes continuaron haciendo networking entre ellos y el equipo audiovisual buscaba la mejor toma de su personalidad de interés.
Unos murmuraban sobre el 4 % de educación; otros comentan sobre sus familias en la zona rural de República Dominicana. —Mi familia era de Duvergé —comentó un hombre a otro, vestido de traje negro y un carnet de identificación de la Presidencia. Su mejilla es adornada con un par de hoyuelos cuando conversa.
Los periodistas hablaban sobre las incidencias que acontecían en el país y el mundo: “Pero él (Luis Abinader) ya habló de Venezuela (elecciones presidenciales), ¿Qué más dirá?”, cuestionó un joven-adulto de unos 30 años, con un celular entre los dedos (de las manos).
Pero la alarma por la presencia del virus fue levantada ya en la República de Haití y, de hecho, el Ejecutivo dominicano ya se refirió a él la semana pasada luego de abordar la reducción de la pobreza monetaria con los programas de alimentación escolar implementados por el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie).
—Y tú, ¿ya hiciste tu acreditación de la toma de posesión? —preguntó un hombre.
—Claro, todo eso es virtual, la acreditación se hace desde el correo en el Senado, ¿Tú no vas para allá el viernes? —, respondió y a la vez repreguntó un periodista vestido de traje negro, camisa blanca y lentes negros.
A unos pasos, dos fotorreporteros, ubicados del lado derecho, miraron las muñecas adornadas con un reloj. Están viendo la hora: 4:53 de la tarde, casi media hora de retraso lleva el Ejecutivo, en su casa presidencial: el Palacio Nacional, Distrito Nacional.
La espera casi terminaba, porque a las 5:03 cerraron las puertas. “Señoras y señores, está con nosotros el presidente Luis Abinader”, anunció la voz en off de una fémina, mientras se levantaron los funcionarios y aplaudieron su presencia.
El mandatario anunció rápidamente el tema de hoy: la alimentación y el hambre en República Dominicana “rumbo al hambre cero 2030”.
La pantalla de atrás se iluminó y proyectó una diapositiva que indicó la presencia de 130 comedores económicos a inicios del 2024, “priorizando su instalación en las regiones de Valdesia y El Valle, y provincias como Azua, Barahona y Pedernales, por los indicadores reales de la pobreza donde los lugares necesitaban”.
El funcionario entre su ponencia levantó su discurso impreso en hojas blancas, leyó dos oraciones, alzó la mirada y giró hacia la presentación para leer los datos. Indicó que el promedio de las raciones alimentarias pasaron de 18,000 a 160,000 entre enero-agosto 2020 y enero-junio 2024.
Cuando Abinader habló del ahorro sustancial en los presupuestos debido a la alimentación para colaboradores de instituciones públicas, estiró su pierna izquierda unos breves segundos y volvió a colocarse derecho. Resaltó que la prioridad en compras a la producción nacional es a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) mujeres con más de 400 compras.
A las 5:17 de la tarde, el mandatario le dio paso al titular de Agricultura, Limber Cruz, quien resaltó el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el 9 % de la población mundial pasa hambre.
Citó que en América Latina y el Caribe el 6.2 % de la población pasó hambre en 2023, región que se ubicó por debajo de África (20.4 %), Asia (8.1 %) y Oceanía (7.3 %).
“Esto se debe en gran mayoría porque nosotros nos encargamos de la seguridad alimentaria de los dominicanos, que al cierre del año pasado suplimos el 90 % de los alimentos que demandaba la población”, resaltó el funcionario, arriba del pódium, a unos metros del jefe de Estado.
Mientras el ministro de Agricultura hablaba sobre el estado del hambre a nivel mundial, Abinader bajó la cabeza, agarró su teléfono negro y tecleó.
“Ahora procedemos a las preguntas”, dijo el presidente.
Justo a las 5:21 de la tarde habló el primer periodista que tuvo la oportunidad de preguntar, cuestionó la posición de Abinader frente a las elecciones presidenciales de Venezuela, celebradas ayer domingo 28 de julio, donde se declaró como ganador al actual mandatario Nicolás Maduro, que tendrá su tercer período presidencial durante los próximos 6 años.
“¿Qué hemos visto?”, preguntó, levantó su mano derecha y carraspeó. “Que los resultados publicados por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) puedan ser transparentados y que haya una presencia internacional”, aseguró.
Recordó que las elecciones presidenciales dominicanas del pasado 19 de mayo de este año contaron con una numerosa presencia de observadores y delegados internacionales invitados por el Partido Revolucionario Moderno (PRM). “Yo lo que quería con las elecciones pasadas era la mayor transparencia posible, que cualquier gobierno y partido quisiera tener…”.
Mientras los flashes de las cámaras fotográficas iluminaban el rostro del funcionario, que el 16 de agosto iniciará su segundo mandato presidencial, Abinader colocó ambos brazos extendidos en el pódium grisáceo y mantuvo su rostro hacia las cámaras.
“Lo que nunca vamos a hacer es renunciar a nuestros principios… Yo voy a salir de este palacio presidencial y me quedaré como guardián de la democracia en República Dominicana y en lo que pueda aportar a nivel regional. La reforma constitucional es para nosotros poner un candado para evitar esa reelección permanente que tanto daño hace”, expresó.
Otro elemento de la reforma constitucional, dijo Abinader con el pie izquierdo encima de la base del podium, atiende una de las sugerencias que apunta a unificar las elecciones y reducir la cuota de 190 diputados existentes.
Ahí, sentado en la tercera fila, en el último asiento al lado de los espejos, se encontraba el canciller de Quisqueya, Roberto Álvarez. Vestido con una chacabana blanca y una bandera en el bolsillo, intervino durante 46 segundos sobre la “salida exprés de los diplomáticos dominicanos, de manera inmediata, del territorio venezolano”, como lo ordenó el dictador venezolano.
Un periodista que tuvo el honor de la palabra le preguntó sobre la presencia del país en la Organización de los Estados Americanos (OEA).
—Hemos tenido varias sugerencias de algunos sectores y también han mencionado al canciller… Hay que ver si Roberto (Álvarez)… —hizo una brevísima pausa, se giró unos 30 grados hacia el ministro de Relaciones Exteriores y señaló, para continuar diciendo—: acepta por su experiencia en la OEA y es algo que estamos considerando.
La última pregunta se basó sobre los recientes nombramientos del presidente, vía un canal de difusión en la red social de WhatsApp.: Milton Morrison en el Intrant, Rafael Feliz en el Itla, Héctor Porcella en la JAC e Igor Rodríguez en el IDAC,
La mayoría de los presentes rió. “¡Qué silencio!”, exclamó una mujer de unos 40 años.
“Más allá del 16 de agosto, en cualquier momento anunciamos cualquier disposición de nuevos cambios, estén atentos al canal de WhatsApp”, dijo y el comentario fue recibido con risas y aplausos. Y tan breve como esa frase, el jefe de Estado, Luis Abinader, se despidió una vez más de LA Semanal.
Impactos: 7