SANTIAGO, República Dominicana.- A casi dos años de iniciar su administración, con el grito de “vivir en orden”, el alcalde de Santiago, Abel Atahualpa Martínez Durán, no supera una estela de conflictos, que lo han mantenido enfrentado a una y otras caras de la ciudad.
Gente de a pie, migrantes, comerciantes, transportistas, comunitarios, contratistas, empleados, ex empleados, han sido centro de los debates, por decisiones del funcionario.
Sus confrontaciones han alcanzado a funcionarios del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), organización que lo mantenido en la “papa del poder” casi la mitad de su vida.
Y hasta el pujante sector empresarial de Santiago no ha escapado a sus ataques, una modalidad, que según el politólogo, Nelson Estrella, es una tendencia del conflicto, adoptada para mantener presencia y dominio en los medios de comunicación.
Al acalde Abel Martínez, quién mantiene persecución y acciones de maltratos, contra migrantes y vendedores ambulantes, se le atribuye haber arruinado parte de la economía informal, sector que representa cerca de un 57 %, de la población económicamente activa, según plantea el economista, Radhamés García González.
El profesor afirma que ha sido un desatino criminalizar el empleo informal, cuando lo que se debe hacer, es regular ese sector, que genera la comida de los más pobres.
Carta reciente.
Un enfrentamiento de Abel Martínez, con el diputado de su partido, Víctor Suárez, es el conflicto más reciente que aflora en el Ayuntamiento de Santiago.
El tema es la migración haitiana, aspecto tomado como bandera por el alcalde peledeista, quien ha adoptado las acciones de perseguir a los vendedores ambulantes en las calles, en específico a los de nacionalidad haitiana. Muchos de estos migrantes han sido apresados, atropellados y golpeados por policías municipales, situación que ha desatado el rechazo de muchos sectores.
Un caso que ruborizó a muchos locales, fue protagonizado, el jueves 25 de mayo del 2018, por un vendedor de plátanos, que fue agredido por una patrulla municipal, en la avenida Yapur Dumit, el hombre se desplazaba en una motoneta, lo interceptaron hombres armados, lo despojaron de la mercancía.
Para no evitar ser apresado el buhonero amenazó con suicidarse, poniendo un cuchillo en su cuello, delante varias personas que filmaban el operativo.
Abel Martínez ha dicho que al país entran millones de haitianos y que muchos de estos logran legalizar su situación con solo pagar RD$ 800.00 a una mafia del Plan de Regulación de Extranjeros.
A estas declaraciones reaccionó, el diputado Víctor Suárez, quien calificó como alarmista, irresponsable e irrespetuosa las declaraciones de Martínez, a quien emplazó a presentar pruebas de sus denuncias.
El tema de los haitianos en la municipalidad, no solo se ha quedado en las denuncias del alcalde, sino que algunos han resultados heridos, otros han sido atropellados en las calles, los migrantes también han denunciado que sus mercancías son robadas en estos operativos.
Llama la atención que en las obras que se realizan a nombre la Alcaldía, la presencia de trabajadores son de nacionalidad haitiana, es notoria.
Pero los conflictos no se quedan solo en el tema de la migración haitiana, aunque Abel ha logrado éxito con la limpieza de la ciudad, un coteo simple de situaciones, suman decenas de confrontaciones, una sucede la otra.
Los conflictos en la gestión de Martínez, iniciaron en el periodo de transición, con la embestida contra dueños y administradores de casetas de ventas de comidas, frutas y otros, con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, coronó una serie de enfrentamientos en las calles, vendedores fueron atropellados, algunos golpeados y sus puestos destruidos.
Una vez en el cargo, surgió la denuncia de que Martínez, habría hecho negocios, en el proceso de transición, el periodista Esteban Rosario, autor denuncia fue llevado a los tribunales, aunque los demandantes terminaron por desistir del caso.
Los enfrentamientos con sectores de la comunicación por negarse a revelar los sectores que habían hechos donaciones al Ayuntamiento marcaron los primeros días de la llamada gestión del orden. Ya luego se han sumado otros le hechos.
Sin tregua.
En la calles no ha habido tregua, sus policías municipales y un grupo de civiles armados han impuesto su ley, por ejemplo, el atropello del predicador evangélico golpeado y sacado del parque Duarte, en marzo, del 2017, caso que se han repetido.
En este mismo parque, la Policía Municipal, desmontó las tarimas del festival folklórico, también han sacado a los limpiabotas, quienes se vieron motivados hacer realizar una vigilia encadenados, para reclamar que se les dejaran ganarse la vida.
La suspensión de pagos a pensionados, muchos de ellos ancianos, motivó quejas y reclamos de beneficiarios, pues a muchos de estos se le llegaron acumular, entre cinco y seis meses.
Sin dudas que entre las acciones de la gestión del alcalde Abel Martínez, que han generado más situaciones de conflictos en el orden administrativo, se suma el conflicto de más de un año con los ejecutivos de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan). Un enfrentamiento sustentado en el ego político y las diferencias internas del PLD, en Santiago.
El tema del Parque Central, obra objetada por el alcalde Martínez, quien señaló que el sector empresarial de Santiago, buscaba apropiarse del área, marcó otro capítulo en los enfrentamientos de la administración local.
La denuncia de que el acalde habría prohibido a los Bomberos de Santiago, participar en un simulacro de terremoto por organizado por la Gobernación, Medio Ambiente, Educación y Defensa Civil, porque presuntamente no se le notificó por escrito, fue visto como una actitud de rebeldía del acalde.
En días recientes la Alcaldía ha optado porque el cierre del parque Duarte, con el alegato de que las personas que caminan por allí dañan el área.
Sacrificio caballos y amenaza a la tradición de coches
Aunque el acalde Abel Martínez, se ha desligado la orden para que se sacrificaran ocho caballos, que la las brigadas del Ayuntamiento, le habían retirado a los cocheros, con el alegato de que estaban enfermos, el tema ha sido uno de los que más críticas ha generado, luego que se difundieran imágenes del momento que varios hombres mataban a los animales.
Tras varias semanas de debates y explicaciones con las cuales desde el Ayuntamiento se convenció a muy pocas personas, las autoridades locales decidieron devolver el otro grupo de caballos que habían retenido, con fines de sacrificarlos. También entregaron los coches, para que vuelvan a operar.
No paga las prestaciones.
Para junio del 2017, la gestión del Abel Martínez había cancelado, 2, 794, empleados y solo había pagado las prestaciones a 88 personas, a la fecha, la cantidad de cancelados que ha recibido su pago es muy baja, en relación al número de cancelados.
David Polanco, uno de los voceros de los cancelados, asegura que unas 200 personas han cobrado sus prestaciones.
Evaluación política.
“Desde el último año de su gestión en la cámara de diputado, Abel Martínez, ha querido y ha explotado el descontento de una parte de la población por eso en aquel momento inició con un discurso nacionalista que coloca los elementos patrióticos por encima de todo y eso le dio resultado junto a otras negociaciones le permitió ganar la Alcaldía “, asegura Nelson Estrella, politólogo.
Agrega que ya en la Alcaldía, Abel Martínez, adoptó una tendencia internacional, que consiste en colocarse en la agenda de los medios a través de temas conflictivos, como la migración, el nacionalismo, así como aspectos económicos y sociales.
Estrella considera que parte de esta política del acalde Abel Martínez, también está sustentada en las tareas pendientes que tiene la ciudad, en cuanto a organización de la economía informar, tratamiento de los desechos sólidos, tránsito otros.
“Abel venía de manejar un presupuesto de RD$ 4,500 millones y el de Santiago no llega a la mitad y prácticamente comprometido con los servicios y deudas del Ayuntamiento, diferente al manejo del presupuesto de la cámara”, asegura Estrella, agrega que esto ha motivado que trate de buscar aumento de los ingresos en estos sectores con los cuales el acalde ha entrado en conflicto.
“En fin, Abel tiene su propio proyecto, más allá de un legislador o un alcalde y busca ponerse en la agenda de los medios, puede chocar con el interés de Santiago pero busca colocarse en la agenda del país”, afirma Nelson Estrella.
Evaluación económica.
Las acciones aplicadas desde la Alcaldía, han afectado en su mayoría a personas pobres, que por décadas han obtenido su sustento con las ventas de comidas y otras mercancías, en puestos informales en las calles.
Sobre este tema, Radhamés García González, economista y profesor universitario, afirma que con esta acciones se ha criminalizado la pobreza y las autoridades municipales han obviado que ni en Santiago, ni en la República Dominicana, están dada las condiciones, para que la gente no tenga que salir a las calles a buscar la comida, colocando un puesto de comida u otra alternativa que genere una entrada económica.
“Lo que hay que hacer es regular a todo aquel que se ubique en una zona, para vender alimentos, cuidar que no contamine y que el producto que vende tenga el cuidado necesario y que cada institución que haga su trabajo”, sugirió el economista.
Agregó que un país donde la economía informal ronda un 57 %, los empleos formales, representan un 28 % y un desempleos de un 14 %, en relación a la población económicamente activa, no se corresponde con la verdad, pensar que se puede desmontar este sistema de los negocios en la calles, los cuales surgen por la sobrevivencia, ante la falta de respuesta del Estado.
“Con medidas autoritarias no se resuelven esos problemas, porque la pobreza no es un crimen, eso no es más que la repuesta a la falta de oportunidad de la gente”, asegura García. Agrega que esta situación no es exclusiva de la República Dominicana, sino de muchos países del Continente Americano, donde hay desigualdad económica.
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