Por Máximo Laureano
Desde las 5:00 de la madrugada del martes los creyentes visitaron la iglesia, ubicada en la calle Del Sol esquina Luperón, para participar en las misas que se realizaron cada una hora.
Además de las celebraciones religiosas, los alrededores del templo de La Altagracia y el parque Colón se convirtieron en una especie de feria, en la cual cientos de vendedores ofrecieron suvenires alusivos a la fecha, alimentos, camisetas y otras mercancías. Otros procuraban algunas limosnas.
Se escucharon en los encargos de los creyentes a la Virgen de La Altagracia solicitudes de un viaje de vacaciones, por una cita al consulado, por un proyecto, por la prosperidad de un negocio, matrimonio y el clamor por la salud de algún familiar.
También entre los devotos de La Altagracia que asistieron este martes al santuario de Santiago estuvieron muchos que procuraban cumplir promesas hechas por algún “milagro” ya recibido.
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