
Por Evelin Valdez
Han sido días y noches eternos, durante los cuales la angustia no los ha dejado dormir, con el zumbido en los tímpanos y el corazón acelerado; el solo respirar duele.
Más de quinientas familias afectadas, algunas que perdieron a más de uno de los suyos. La de la discoteca Jet Set ha sido la tragedia más grande registrada en el Caribe: 232 personas murieron aplastadas. ¿Se los llevó el destino?
Cómo olvidar el sonido del teléfono cuando llegó esa notificación que marcó el antes y el después en su vida, con el llanto de un hijo, padre, amigo: “Estoy atrapado”. Ese momento será tristemente inolvidable.
Con rapidez abundaron las noticias. Jet Set… ¿quién está en la lista? quién no?…
Entre las lágrimas y la impotencia, se notaban los rostros que de pronto reían al saber que su pariente fue rescatado con vida.
El pueblo dominicano despertó ese 8 de abril de luto y aún sigue la pregunta: ¿Qué pasó?
Un abril que quieren borrar de sus vidas, acaso quieran pensar que eso nunca pasó, que en cualquier momento despertarán de esta pesadilla, este dolor que aprieta y ahoga en cada suspiro; las noches se convirtieron en dominio del miedo.
En cualquier lugar del país hay una lápida con el nombre de unos de los fallecidos en el Jet Set …Y esa fecha funesta, ese dolor interminable… y tantas preguntas todavía sin respuestas.
Impactos: 32
