México, 13 nov (EFE).- La muerte a los 90 años de Lucho Gatica dejó hoy un hueco irreparable en el mundo de la música por la pérdida de este chileno de voz aterciopelada que revolucionó la forma de cantar el bolero hasta convertirse en leyenda en los países más fructíferos de este género musical: Cuba y México.
Fue precisamente en México, país al que se mudó en 1957, donde Lucho Gatica desarrolló la mayor parte de sus siete décadas de carrera, durante la que acreditó trece álbumes de estudio, el último en 2013, titulado “Historia de un amor”, que lanzó a los 85 años.
En este último disco, el bautizado como “rey del bolero” dejó grabado su legado compartiendo voces con artistas de la talla de Laura Pausini, Beto Cuevas, Nelly Furtado, Michael Bublé, Il Volo, Luis Fonsi, Pepe Aguilar, Lucero, Miguel Bosé, Olga Tañón y Ricardo Montaner.
Pero durante su pródiga carrera, este artista que cuenta con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood desde 2008, llegó a codearse con grandes celebridades ya fallecidas como Elvis Presley, Nat King Cole, Ava Gardner o Frank Sinatra.
Fue su hermano, Arturo Gatica, diez años mayor y ya iniciado en una carrera musical, quien invitó a Luis Enrique “Lucho” Gatica a cantar con él en la radio de Rancagua (Chile), donde la estrella del bolero nació el 11 de agosto de 1928.
Fue en esa misma emisora donde un adolescente Gatica grabó el primer disco de su vida en 1943, con solo 15 años.
Poco después, los hermanos Gatica se trasladarían a Santiago de Chile, donde siguieron cantando en radioemisoras locales y donde grabaron su primer disco conjunto.
Pero el futuro de Lucho Gatica estaba destinado al mundo del bolero, que por aquel entonces estaba irrumpiendo con cierta fuerza en Chile, país que estaba muy influenciado por el tango.
Lucho Gatica se estrenó en 1951 en este género con el tema “Me importas tú”, que cantó con la orquesta de Don Roy, tras recibir influencias de artistas cubanos residentes en Santiago.
Con “En nosotros”, “Amor, qué malo eres”, “Amor secreto” y “Contigo en la distancia” prosiguió su catálogo dorado de boleros, género que consolidó gracias a sus colaboraciones con dos grupos en boga en aquella época, Los Tres Diamantes y el cubanomexicano Trío Martino.
En 1953 emprendió su primera gira musical, que lo llevó a Colombia, Estados Unidos, España y Reino Unido, durante la cual llegó a cantar sencillos en portugués, y una segunda incursión internacional lo llevó en 1954 a Perú, Brasil y Lima.
Pero fue en México, país que ha competido con Cuba por erigirse como la capital industrial del bolero, donde Gatica se acabó instalando para vivir un ascenso artístico meteórico y proyectar su fama más allá de las fronteras latinoamericanas.
En este país fue donde su “No me platiques más” superó el millón de copias vendidas y donde grabó otro de sus boleros inmortales, “Tú me acostumbraste” (1957), además de participar como actor en varias películas y en grabaciones en inglés con la orquesta de Nelson Riddle, el director de cabecera de Frank Sinatra.
El título más universal que se ganó fue el de “rey del bolero”, que fue acuñado en España, donde debutó en vivo en 1959, en el parque de El Retiro de Madrid, donde triunfaron sus éxitos “Sabor a mí”, “La barca” y “Encadenados”.
También impactó al público estadounidense la obra de Lucho Gatica, quien residió en Houston, Miami y Los Ángeles, pero la fama del chileno resurgió con fuerza en México durante la década de 1990, cuando el popular cantante Luis Miguel incorporó boleros de Gatica en su repertorio.
Chile tampoco olvidó jamás a una de los máximos exponentes de su música popular en el mundo, y por ello el Gobierno de Chile decretó duelo oficial tras conocer su fallecimiento.
“Buen viaje! Te amo…”, publicó hoy en redes sociales su hijo y actor mexicano Luis Gatica, junto con una imagen de un crespón negro.
“El cuerpo del tío Lucho estaba bien, pero (en el último tiempo) su cerebro se apagaba”, dijo en una entrevista el productor musical Humberto Gatica, sobrino del cantante.
A pesar de su avanzada edad, el cantante que inmortalizó los boleros “Tú me acostumbraste” o “Contigo en la Distancia” no dejó de lanzar nuevos discos y agrandar su legado, marcado por el cancionero más grande de la época de oro de los boleros.
“Yo no le tengo miedo a la muerte, soy muy feliz”, apuntó en una entrevista en 2013 con Efe con motivo del lanzamiento del que fue el último bolero de este artista, quien dijo haber “amado mucho” en su vida, durante la que se casó tres veces y tuvo siete hijos. EFE
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