SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Las reiteradas acusaciones lanzadas contra Leonel Fernández por Quirino Ernesto Paulino Castillo (El Don), y su revelación de que se había reunido con Hipólito Mejía, quien confirmó esa información, ha vuelto a poner de relieve la relación de los políticos con los narcotraficantes, sobre todo cuando cuando han quedado fotografías de algún encuentro casual o no.
Tal como en 2015, El Don aparece cobrando 200 millones de pesos que, supuestamente, prestó a Leonel Fernández, al tiempo que informa de una reunión con Hipólito Mejía, a quien ofreció apoyo para su campaña electoral. Mejía, que confirmó la reunión, ha dicho que lo hizo para buscar información sobre los supuestos vínculos de Quirino con Fernández, e indicó que rechazó el apoyo que le ofreción el exhombre fuerte de Elías Piña, que cumplió condena en Estados Unidos por narcotráfico.
Resalta cómo muchos políticos, por descuido de quienes debían de cuidar su entorno o por otras razones, han posado para fotografías junto a personas acusadas de narcotráfico u otros delitos, generándose críticas y polémicas durante las campañas electorales, y dándoles armas a sus competidores electorales dentro y fuera de sus partidos.
Las dos manifestaciones más evidentes de este problema son la del político que acepta de manera consciente la colaboración y el dinero de los narcotraficantes y otros delincuentes para alcanzar el poder, convirtiéndose en cómplice del crimen organizado; y la del político que, sin proponérselo, se ve envuelto en el escándalo por culpa de amigos que lo ponen en contacto con supuestos seguidores, financiadores de campaña o alegados inversionistas, sin hacer primero la debida depuración para saber la procedencia de esas personas y de sus fortunas.
El problema no es nuevo ni exclusivo de la República Dominicana. Son conocidos los vínculos de importantes líderes de Italia con las diferentes expresiones de la mafia. Y en Estados Unidos la política, las apuestas e importantes áreas de negocios son del dominio de grupos mafiosos con el contubernio de políticos bien pagados.
En América Latina uno de los casos más recordados del pasado reciente ocurrió en Colombia. El mundo fue estremecido el jueves 11 de julio de 1996, cuando las agencias de prensa internacionales informaron que el gobierno de los Estados Unidos había cancelado el visado de turista al presidente de Colombia, Ernesto Samper.
Además de despojarlo del visado, el gobierno del presidente Bill Clinton acusó abiertamente al presidente de Colombia de haber tenido estrechos vínculos con los narcotraficantes del Cartel de Cali. Esos narcotraficantes, según EEUU, habrían financiado la campaña electoral del político colombiano en 1994, explicó el entonces vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns. Samper todo el tiempo ha negado que aceptara dinero del narcotráfico de manera deliberada.
Samper no sería el primero ni el último de políticos señalados por el gobierno de Estados Unidos o puestos en evidencia en sus propios países como cercanos a narcotraficantes o beneficiarios del dinero provenientes de éstos a través de terceras personas.
Gobernantes, candidatos y dirigentes de partidos de América Latina y otras regiones del mundo han tenido que enfrentar el escándalo y la vergüenza de ver publicados fotografías y vídeos en los cuales aparecen abrazados, dándose un apretón de manos o acompañados de hombres y mujeres que les fueron presentados como ciudadanos comunes y corrientes o como potenciales inversionistas extranjeros, pero que no eran tales, sino narcotraficantes o personajes de otros litorales del crimen organizado.
El porqué se permite que estos hombres y mujeres aparezcan al lado de un político destacado, incluso un gobernante, es motivo de discusión.
Los opositores al político, candidato o gobernante fotografiado al lado de un narcotraficante de inmediato lo acusan de ser parte del mundo del crimen organizado y de participar de esa amistad o cercanía con pleno conocimiento de causa.
Por el contrario, sus parciales y los propios políticos envueltos en el escándalo, suelen alegar que se ignoraba quién era tal o cual personaje que se acercó al gobernante o al candidato.
En la República Dominicana, dirigentes y gobernantes de los tres partidos tradicionales han sido denunciados por la cercanía con narcotraficantes y por haber recibido dinero o fotografiarse con hombres y mujeres que posteriormente han sido puestos en evidencia como vinculados a este delito.
A continuación algunos de los casos más notorios:
Hipólito Mejía, Eduardito y Quirino
El ex presidente Hipólito Mejía, quien fue nuevamente candidato en 2012 y resultó derrotado por Danilo Medina, fue fotografiado al lado del narcotraficante Luis Eduardo Rodríguez (Eduardito), uno de los integrantes del grupo de Quirino Ernesto Paulino Castillo.
Ambos fueron entregados en extradición a los Estados Unidos, en donde guardan prisión por lavado y narcotráfico.
Paulino Castillo declaró, en una entrevista que concedió a Víctor Gómez Casanova, que en 2004 había dado dinero para las campañas electorales del PLD (Leonel Fernández), del PRD (Hipólito Mejía) y del PRSC (Eduardo Estrella).
Los tres partidos negaron en ese momento la afirmación del narcotraficante, con diversas explicaciones y alegatos.
Sergio Grullón con Quirino
El entonces secretario Administrativo de la Presidencia, Sergio Grullón, juramentó en marzo de 2004 al narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo como coordinador, para San Juan y Elías Piña del Sector Externo que apoyaba la reelección del presidente Hipólito Mejía.
Raisa, la “Mujer del Año de Diario Libre”, con Hipólito en las eleciones de 2012
Para la campaña del pasado año (2012), Hipólito Mejía fue fotografiado al lado de la ex capitana Raisa de la Cruz, que apoyaba las aspiraciones del ex presidente y candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
La ex capitana Raisa de al Cruz, que en sus momentos de apogeo fue premiada por Diario Libre como la “Mujer del Año”, en 2007, fue expulsada de las filas del Ejército Nacional y de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) por su vinculación con el narcotráfico.
Actualmente esta ex oficial reside en Puerto Rico, en donde tiene pendiente su caso mediante negociación con la justicia de los Estados Unidos.
La fiesta de Leonel Fernández en Zurich en 2003
En enero de 2005 algunos medios, sobre todo digitales, se hicieron eco de lo revelado por importantes periódicos de Suiza, sobre todo Le Matin Dimanche (se edita en idioma francés) y SonntagsBlick (que se dita en alemán), sobre una fiesta en la que participó Leonel Fernández que el 12 de diciembre de 2003, en el hotel Intercontinental, de Zurich.
En esa fiesta, que se celebró cuando Leonel Fernández era aspirante presidencial con miras a los comicios del 16 de mayo de 2004, participaron dos hombres sólo identificados como “Tito -El Rubio- Burgos y “Yayo o La Máquina”, a quienes les ocuparon, días después 11 kilos de cocaína en Zurich.
Los periódicos suizos sólo identificaron a la señora dominicana con las iniciales de D. S, resaltaban que tenía 47 años.
De igual manera, las fotografías dos personajes señalados como narcotraficantes fueron publicadas con una banda negra sobre los ojos, debido a las restricciones legales que existen en ese país cuando se trata de casos no concluidos en la justicia.
De la señora señalaron los diarios suizos que habría hecho fortuna en una zona de prostíbulos, que suelen hacerse pasar como salones de belleza en una zona de Zurich llamada Langstrasse. También afirmaron que ella tenía buenas relaciones con los narcotraficantes.
Leonel Fernández con Arturo del Tiempo en el Palacio Nacional y Solano Guzmán en Puerto Plata
Poco tiempo después de comenzar su mandato de 2004 a 2008, el presidente Leonel Fernández fue puesto en contacto con Arturo del Tiempo, como un supuesto hombres de negocios español que quería invertir en República Dominicana.
En octubre de 2005 el presidente Fernández fue fotografiado dando el primer picazo para la construcción de la torre de lujo Atiemar, construida con dinero proveniente del tráfico de drogas y con una parte obtenida como financiamiento del estatal Banco de Reservas de la República Dominicana.
Otra fotografía fue tomada un par de años después en el Palacio Nacional, en la cual aparece también Aturo del Tiempo Manzarbeita, hijo de Arturo del Tiempo.
Del Tiempo fue favorecido con el rango de coronel de la Policía Nacional dominicana. En 2010, Del Tiempo fue puesto al descubierto como un poderoso narcotraficante español, y fue apresado.
El dominicano Nelson Solano Guzmán, le fue presentado en Puerto Plata al presidente Leonel Fernández como un importante empresario de la construcción.
En principio fue favorecido con contratos estatales por 5 mil millones de pesos, gracias a sus fuertes vínculos con el poder político de entonces.
Poco tiempo después fue pedido en extradición por EEUU, bajo los cargos de tráfico de heroína y lavado de activos provenientes de ese delito internacional. Se declaró culpable y negoció una condena de 10 años de prisión a cambio de facilitar información.
El avispero de 2011 con Rodríguez Cruz
El 29 de noviembre de 2011, la Agencia Española de Noticias (EFE) divulgó el siguiente despacho, haciéndose eco de una información de Acento.com.do:
“El arresto de un supuesto narcotraficante ha desatado un avispero político en la República Dominicana, tras revelaciones de que aportó dinero a la campaña del presidente del país, Leonel Fernández, y lideró un movimiento de apoyo al exgobernante y aspirante presidencial, Hipólito Mejía.
“Oscar Ezequiel Rodríguez Cruz, quien es pedido en extradición por los Estados Unidos, emitió un cheque el 6 de mayo de 2004 a nombre de Fernández por la suma de 500.000 pesos (unos 10.870 dólares al cambio de esa fecha), según lo publica hoy el diario digital Acento.com.do.”
José David Figueroa Agosto, Felipe, Cristian o Junior Cápsula
Un caso emblemático es el de José David Figueroa Agosto (también conocido como Felipe, Cristian o Junior Cápsula), el narcotraficante que se escapó de una prisión de alta seguridad de Puerto Rico y se estableció en República Dominicana y continuó con sus negocios con plena libertad.
En el territorio dominicano Figueroa Agosto logró convertirse en oficial del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), tuvo a su servicio guardaespaldas militares y policiales, además de compartir con ricos y poderosos.
En 1999, Figueroa Agosto llegó a Santo Domingo, y operó libremente hasta el año 2009. Escapó de una supuesta persecución de las autoridades dominicanas, y fue apresado en Puerto Rico en 2010.
Aunque no se han publicado fotografías de políticos importantes al lado de Figueroa Agosto, durante el juicio seguido a los vinculados con el boricua en Santo Domingo se reveló como Félix Bautista, entonces influyente director de la Oficina de Ingenieros Supervisores del Obras del Estado (OISOE) había “ayudado” a Mary Peláez, una de las condenadas por lavado.
La imputada Mary Peláez declaró en la audiencia: “El presidente envió a Félix Bautista a darnos ese contrato para ayudar a la familia. Él me dijo: cómprate una compañía que ya esté constituida. Yo no entiendo por qué, pero yo entendía que ese era el requerimiento que se necesitaba para hacer el contrato” (por valor de RD$16 millones).
El 16 de mayo de 2011 el ex fiscal del Distrito Nacional, Guillermo Moreno, reclamó al Ministerio Público que investigara al senador peledeísta Félix Bautista, para que aclarara por qué asignó un contrato del Estado por RD$16 millones a las hermanas Mary y Dolfi Peláez, cuando éstas no tenían una compañía establecida y estaban vinculadas al narcotraficante José Figueroa Agosto.
El 20 de mayo de 2011, el hasta ese momento candidato presidencial de la Fuerza Nacional Progresista, Pelegrín Castillo, reclamó que se investigara al senador Félix Bautista por sus supuestos vínculos con la red de narcotráfico y lavado de activos del puertorriqueño José Figueroa Agosto.
También, el 5 de enero de 2013 el diario Hoy informó que la novia dominicana del narco boricua, Sobeida Félix Morel, había revelado que Figueroa Agosto había dado dinero a Vargas Maldonado, candidato del PRD, durante la campaña electoral del 2008.
El caso Figueroa Agosto dejó muchas interrogantes en la República Dominicana, porque se juzgó a personas vinculadas con el capo, pero no a quienes desde el Estado le facilitaron documentos falsos, incluso con varias identidades, ingreso al DNI, custodios militares y policiales, entre otros privilegios, todo a cambio de mucho dinero y regalos de lujo.
Ya no es un arma exclusiva de un sector político
Vincular a candidatos, partidos y candidatos con el narcotráfico, con la finalidad de descalificarlos y restarles apoyo de los votantes, no es una práctica nueva.
Pero a partir de los casos ocurridos en torno a políticos de todos los partidos tradicionales (PRD, PRD, PRSC y FNP, por ejemplo), ha devenido en un recurso desacreditado, que ya no surte los efectos deseados, e incluso podría generar reacciones totalmente contrarias a quienes hagan uso propagandísticos de este tema.
De hecho, la FNP (Fuerza Nacional Progresista), propiedad de la familia Castillo Semán, que lanzó acusaciones de supuestos vínculos con el narcotráfico contra todos sus adversarios políticos, ha visto que su líder, Leonel Fernández, se ha visto vinculado por sus adversarios internos del PLD en supuestos tratos con narcotraficantes. El caso más notorio ha sido el de Quirino Ernesto Paulino Castillo (El Don), pero también ha aparecido en varias fotografías con personas que luego resultaron ser narcotraficantes.
Pero lo peor para la FNP fue que uno de los suyos, Bolívar Matos Féliz, regidor en el distrito municipal La Ciénaga, de la provincia Bahoruco, fue apresado y acusado de narcotráfico en diciembre de 2017.
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