Máximo Laureano
Hay tres manera de lograr que tu firma esté en la publicación principal del medio para el cual laboras, si ha alcanzado madurez en este oficio, lo entenderás, sino, busca lápiz y papel o saca tú Smart Phone, para que anotes.
Son tres aspectos que ha manejado como periodista, si sabes definir en las palabras graves el prosódico y ortográfico, se te harás fácil entender estos tres enfoques, que siguen vigentes, aún cuando los cambios tecnológicos han llevado el periodismo a su difusión en plataformas actualizadas, en la era de la inmediatez.
El primer aspecto a tomar en cuenta para lograr esa primera de primera, es el hecho, no importa que tan bueno o malo sea como periodista, un acontecimiento, como las matanzas recientes en el Paso, Texas y Ohio, en los Estados Unidos, será portada, aunque tú acción como periodista sea pobre, eso no quiere decir que, no debe poner empeño en hacer una buena historia. No confundas las cosas.
Y si citamos un ejemplo más cerca de nosotros, la tragedia del 20 de septiembre del 2002, en la cárcel de La Vega, República Dominicana, donde murieron 29 personas, en un incendio.
En el segundo aspecto, necesitará ser periodista, tener el llamado olfato periodístico muy desarrollado y otras condiciones que no vienen en un combo de comida rápida, para que puedas ver donde otros no ven, o lo que tiene más valor aún, ver donde otros ven, pero, que no pueden ver.
Aquí es donde están los que sacan buenas historias, los que hurgan para mover los entramados del poder. Y esto tiene más valor, si ese periodista puede sembrar credibilidad y la sostiene en el tiempo, entre un cambio de mando y otro.
Pero, sin duda que la tercera manera de hacer una portada, tema principal, primera de primera, o la 1 A, es la más difícil, porque es cuando te ordenan desde la dirección de los medios que tiene que hacer primera de primera con tal o cual tema, en ocasiones siendo tu tema de más importancia.
Le aseguro que por este aspecto muchos periodistas han tenido que hacer maletas en las redacciones y los llamados departamentos de prensa, pero, esto lo puede hacer quien ha logrado hasta cierto punto, un nivel de independencia económica, porque como asalariado es muy difícil escapar de esto, sobre todo en medios como la televisión y la radio tradicional, donde los directores suelen ser los dueños y los dueños suelen ser los directores y no “cogen corte” con su negocio y mandan al diablo la ética y la objetividad periodística.
Cuando no tiene esa independencia económica, o tiene un nombre que se sobreponga a esos mandatos, solo te queda imitar la acción de un buey que arrastra una cuchilla, soportar el dolor del fuete y seguir para abrir el surco del dinero ajeno.
Sabemos que al leer este artículo, sacarás cuenta de cuantas portadas, te la ha dado el tema, es decir, el hecho ocurrido, cuantas ha colgado, porque la búscate con tú, con tu habilidad profesional, por tú condición de buscar donde nadie busca y de ver donde otro no ve; y cuantas ha tenido que hacer para complacer los intereses de tú jefe o director, director o jefe.
Se que también sacas cuentas de todas las primeras planas que ha visto, con este sello del chantaje de los dueños de medios, para proteger intereses, que en muchos casos, el periodista no conoce y que solo le queda sufrir las consecuencias.
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