Antonio Broto.
DECISIÓN CASI UNÁNIME
Frente a las dudas de la semana pasada, cuando el comité de emergencia optó por no declarar la alerta global, en esta ocasión los 15 expertos convocados la adoptaron casi por unanimidad, explicó el presidente de ese grupo de asesores y epidemiólogos, el doctor francés Didier Houssin.
Además del riesgo de que el 2019-nCoV llegue a países menos desarrollados, donde su control sería mucho más complicado, el comité tuvo en cuenta el rápido aumento en el número de casos (ya son más de 8.000, cuatro veces más que al principio de esta semana) y el de países en los que se han diagnosticado (19, China incluida).
Además, al menos ocho casos en el extranjero (cuatro en Alemania, dos en Japón, uno en Vietnam y otro en Estados Unidos) ya no se originaron en China, como el resto, sino que se diagnosticaron a personas que no han estado recientemente en el país asiático contagiadas por afectados que sí procedían de él.
VOTO DE CONFIANZA A CHINA
La alerta mundial «no significa que desconfiemos de China: al contrario, creemos en la plena capacidad de ese país para combatir esta emergencia», aseguró Tedros, quien esta semana viajó a Pekín y se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, para analizar el avance de la epidemia.
El gigante asiático «ha tomado medidas extraordinarias para contener el brote, pese al impacto social y económico que podrían comportar», subrayó Tedros, quien afirmó que sin ese esfuerzo de la sociedad china podría haber ahora muchos más casos fuera del país.
La emergencia internacional no implica en principio medidas que limiten el transporte y el comercio internacional, señaló el director general, quien pidió a los países que adopten este tipo de limitaciones que «se basen en evidencias y sean consistentes».
APOYO A PAÍSES MENOS PREPARADOS
La declaración de alerta global, añadió, sí busca impulsar un mayor apoyo a los países con sistemas sanitarios más débiles, y que la comunidad internacional acelere el desarrollo de vacunas, tratamientos y métodos de diagnóstico de la enfermedad.
Asimismo debe «combatirse la propagación de rumores y desinformación» en un momento en el que «es el momento de los hechos, de la ciencia y de la solidaridad, no del miedo, los rumores y el estigma» hacia China.
«La única forma de que derrotemos a este brote es que todos los países trabajemos juntos en un espíritu de solidaridad y cooperación. Estamos juntos en esto, y sólo podemos detenerlo juntos», concluyó.
Es la sexta ocasión en que la OMS declara este tipo de emergencia global, tras las que activó ante el brote de gripe H1N1 (2009), los de ébola en África Occidental (2014) y en la República Democrática del Congo (2019), el de polio en 2014 y el de virus zika en 2016.
El coronavirus de Wuhan ya ha superado en número de casos en China a los que causó el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS), la anterior crisis sanitaria iniciada en ese país en los años 2002 y 2003, en la que las autoridades del país fueron muy criticadas por su falta de transparencia y la lentitud de su respuesta.
Sin embargo, la letalidad del actual coronavirus es por ahora menor que en el SARS, ya que en el actual brote ha causado 170 muertos, un 2 % del total de afectados, mientras que la mortalidad de la epidemia de hace 17 años alcanzó el 10 %. EFE
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