Fausto Rosario Adames/Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Leonel Fernández nunca tuvo fortuna y vivió de manera modesta hasta que alcanzó la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana en 1996. Fue en ese momento que el Partido Reformista Social Cristiano, desde el poder, creó una comisión de finanzas para apoyar la fórmula electoral del PLD que encabezaron Leonel Fernández y Jaime David Fernández Mirabal, con Danilo Medina como jefe de campaña.
Leonel Fernández es oriundo de Villa Juana, un barrio popular del Distrito Nacional. Es hijo de una trabajadora humilde y de un militar de bajo rango que apenas asumió parcialmente su responsabilidad como padre con quien un día sería Jefe de Estado y, en tal condición, su comandante en jefe.
Durante su niñez y su adolescencia Leonel Fernández tuvo únicamente lo indispensable para vivir, pero nunca abundancia ni mucho menos lujos. En busca de mejores horizontes Leonel Fernández debió irse a los Estados Unidos con su madre, donde aprendió inglés y comenzó a reconocer la necesidad de estudiar, prepararse y trabajar para superar la pobreza. Su éxito personal pondría a las penurias de su señora madre, mujer batalladora, cabeza de hogar como tantas dominicanas.
Regresó a Santo Domingo y se vinculó con la política. Se inscribió en la carrera de derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y adquirió la disciplina que le transfirió el PLD, el nuevo partido fundado por Juan Bosch en diciembre de 1973, a su salida del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), al que ya el expresidente y gran intelectual consideraba obsoleto y que había cumplido su «misión histórica».
Leonel Fernández se recibió con honores de la UASD, y el jurado que examinó su tesis doctoral recomendó la publicación de la misma, por sus méritos, sin que el joven abogado tuviera que cubrir -no podía- ningún costo del libro «El delito de opinión pública». Esa obra se convertiría en lectura recomendada para estudiantes de comunicación y derecho.
Leonel Fernández trabajó de abogado del Estado para asignarle los casos de las personas que no pudieran contratar un defensor. Ninguna oficina de abogados de renombre lo contrató en esos años. Tuvo una oportunidad más tarde, cuando Abel Rodríguez del Orbe le brindó un espacio en su oficina en la calle El Conde. La política dominaba la actividad del joven abogado. Asumió compromisos académicos en la UASD, como profesor del Departamento de Sociología. Impartía la materia “Sociología de la comunicación”, en horario de la tarde. Esa y otras asignaturas las impartiría también el recinto de la UASD en San Francisco de Macorís, a donde viajaba habitualmente. Algunos de sus compromisos como abogado los desempeñaba en horas de la mañana, pero en muchos casos laboraba pro bono, como ocurría con el Colegio Dominicano de Periodistas, que tenía un serio conflicto judicial con la Sociedad Dominicana de Diarios, la patronal opuesta a la colegiación profesional de los periodistas bajo el rgumento de que restringiría la libertad de expresión.
Leonel Fernández carecía de recursos para resolver los problemas básicos de su vida como profesional, y como abogado. Y los que trabajaban en el Centro de Información y Comunicación (CICOM), lo sabían. CICOM publicaba, en edición limitada resúmenes de noticias por sectores: Banca y Finanzas, Turismo, Agro, además de un resumen Diario y un Resumen Internacional. Nani Martínez era la periodista responsable del resumen internacional que se redactaba con los diarios extranjeros que se adquirían tan pronto llegaban al país, en inglés: The New York Times, Wall Street Journal, Times International y USA Today. Geyda, la tienda de don Danilo García situada en Naco, traía esas publicaciones. En esa época Leonel Fernández probablemente no los podría comprar, y CICOM se los regalaba luego de que se utilizaban. Siempre fue un gran lector en castellano y en inglés. El interés del profesor, intelectual y abogado estaba por encima de las limitaciones. Había que guardarle esos recortados diarios a Leonel, que acudía en su cepillo Volkswagen azul a recogerlos una y dos veces por semana.
No se puede decir que Leonel era pobre de solemnidad, pero estaba claro que prefería proteger sus finanzas tanto como fuera posible, porque el trabajo no abundaba y porque la política implicaba gastos. Asumió posiciones en el PLD, y jamás demostró ambiciones desmedidas por cargos públicos remunerados. Sus compañeros Norge Botello, Danilo Medina, Franklin Almeyda, José Joaquín Bidó Medina alcanzaban posiciones relevantes, de prestancia social y que les aseguraban ingresos por encima del promedio de los profesionales de su época. Botello y Medina en el Congreso; Almeyda y Bidó Medina en la UASD, en la cual alcanzaron el cargo más alto, rector. Entonces Leonel Fernández se abría paso en el ejercicio del derecho, que compartía con la docencia y las responsabilidades en el PLD con ingresos modestos.
Los sobrevivientes
José Antinoe Fiallo designó al grupo del PLD que siguió a Juan Bosch y trató de asumir su mística de pobreza como “los sobrevivientes”. Entre ellos estaba Leonel Fernández, que ya se encargaba de la dirección de Prensa del PLD y de la coordinación de la revista Teoría y Acción, mientras Rafael Alburquerque era el secretario general del partido (hasta que fue sustituido por Lidio Cadet después de las elecciones de 1982) y encabezaba las caravanas de los entonces modestos carros provenientes de la URSS, los Lada, en los que iba siempre el profesor Juan Bosch a las actividades del partido. Leonel nunca tuvo Lada. Siguió con su cepillo Volkswagen, hasta que llegó la candidatura vicepresidencial en 1994. Desde ese momento el ingeniero Diandino Peña, mediano constructor, y Luis Manuel Bonetti, con apellido de abolengo pero sin la fortuna de sus parientes, comenzaron a diligenciar los recursos para que el doctor Fernández, ya convertido en un candidato a una alta posición, cambiara su modesto estilo de vida. Era la época en que el doctor Fernández residía en un tercer piso, en la Avenida Independencia frente al Colegio Nuestra Señora de la Paz, junto a su esposa de entonces Rocío Domínguez y sus dos primeros hijos Nicole y Omar Fernández Domínguez.
Al momento de convertirse en candidato vicepresidencia del profesor Juan Bosch, para las elecciones de 1994, Leonel Fernández se preparaba para incursionar en un programa diario de comentarios de televisión dirigido por Wilfredo Alemany en Rahintel. Fue el momento en que Leonel dejó el cepillo Volkswagen y comenzó a aparecer en un Toyota Camry, que le brindaba una imagen de mayor solvencia económica.
Contaba Leonel Fernández con un gran aprecio entre quienes habían sido sus alumnos en las aulas de la UASD. Estudiantes de comunicación social, sociología, psicología, entre otros, le admiraban y distinguían. No era el típico peledeísta engreído y de mal carácter. «Es un peledeísta distinto», solían decir muchos de sus alumnos. Además, de Leonel Fernández se aprendía sobre autores fundamentales en la sociología, los medios y la literatura, como Herbert Marcuse, Thomas Mann, Armand Mattelart, Ariel Dorfman y Marshall McLuhan.
La crisis política de 1994, por el fraude electoral de Joaquín Balaguer contra el doctor José Francisco Peña Gómez, proceso en el cual «votaron» muertos, militares y menores de edad, le brindó la oportunidad al PLD para llegar al poder.
Juan Bosch ya no podía más. Había sido víctima de un fraude electoral en 1990, y Leonel formó parte de la comisión que acudió al escenario internacional a denunciar a Balaguer. Llegaron hasta donde Jimmy Carter a entregar las pruebas del fraude. Esas pruebas se recogen en el libro de Fernández Radiografía de un poder Usurpado, contra el doctor Balaguer.
Cuando hubo que competir entre los peledeístas por la nominación presidencial, el joven Fernández había alcanzado muchos más méritos que todos sus compañeros, y arrasó en las primarias del PLD al competir con sus copartidarios Euclides Gutiérrez Félix y Norge Botello. A partir de ese momento Leonel Fernández cambió totalmente su realidad económica. La situación de vida del candidato presidencial se convirtió en un tema de interés para quienes le acompañaban en su proyecto político y que apostaban a llevar al PLD al poder por primera ocasión.
De la campaña con el apoyo de Balaguer, de 1996, algunos salieron ricos
Pocos dudan que el doctor Leonel Fernández llegó a la presidencia gracias a los esfuerzos del doctor Joaquín Balaguer, quien desde la presidencia hizo un trabajo extraordinario para que «el camino malo», representado según él por el doctor José Francisco Peña Gómez, no alcanzara la presidencia. El factor de odio al Doctor Peña Gómez, a sus raíces dominicohaitianas, a su negritud, reunió en una santa cruzada a ultraderechistas, oportunistas, peledeístas sedientos y hambrientos de poder, fanáticos religiosos e hispanófilos que veían el demonio hasta en la sopa.
Los miembros de la Comisión de Finanzas del PRSC en 1996 le facilitaron todos los recursos posibles al candidato presidencial del PLD, y a su jefe de campaña, Danilo Medina. Tanto dinero tuvieron a manos que no fue necesario invertir todo lo recaudado. Peña Gómez, ese «demonio» que había que destruir a cualquier costo, se quedó sin fondos, y no pudo hacer la campaña electoral que aspiraba.
Desde entonces, sin cometer actos de corrupción o prevaricación desde el Estado, el doctor Fernández navegó hacia la solvencia y con los recursos suficientes para el cambio hacia una vida más acomodada y sin preocupación por el sustento de los suyos. Asimismo, los de su partido rápidamente aprendieron formas y métodos de no pasar «crujías»…ya estaban en el poder.
Al salir de la Presidencia, en agosto del 2000, luego de que Danilo Medina perdiera las elecciones del candidato del PRD, Hipólito Mejía, Leonel Fernández fue muy modesto al hacer su declaración jurada de bienes.
Declaró un millón de pesos en el Banco Popular, otro millón en la Asociación la Popular de Ahorros y Préstamos, más 49 mil pesos en el Citibank, más 667 mil pesos en una cuenta en Insure Money.
Reconoció créditos en el Banco Gerencial y Fiduciario por 700 mil pesos, una deuda de 3.5 millones de pesos con Constructora Peña y un crédito con Seguros América por 49 mil pesos.
Su apartamento, el A-4, del Condominio Denisse, tenía un valor de 450 mil pesos, sin deuda, y su Toyota Camry estaba valorado en 90 mil pesos. Reconoció un vehículo Lincoln valorado en 800 mil pesos. No tenía ganado, embarcaciones, ni propiedades rurales. Sí reconoció la propiedad de un apartamento en la calle Presidente González, valorado en un millón de pesos.
El nacimiento de Funglode y las donaciones multimillonarias
Al salir de la presidencia de la República, el doctor Fernández recibió numerosas donaciones personales y empresariales destinadas a una entidad que estaba en creación en ese momento, su ong Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE). La más bondadosa de las donaciones provino del banquero Ramón Báez Figueroa, quien acudió al Palacio Nacional a horas de finalizar el gobierno para entregar en manos de Fernández un cheque por la suma de 25 millones de pesos.
Funglode ha sido, desde entonces, el centro de operaciones del doctor Fernández y el lugar desde donde se manejaron sus finanzas. Leonel seguía siendo «pobre», pero Funglode era una entidad rica, con flujo de efectivo por encima de cualquier fundación europea o norteamericana y con actividades en todos los ámbitos relevantes de la vida nacional.
Los cuatro años del Gobierno de Hipólito Mejía transcurrieron rápido. En el 2003 se descubrió el gran fraude bancario, encabezado por Baninter, el banco de Ramón Báez Figueroa. Luego estarían los casos de Bancrédito y Mercantil, dos entidades de menor tamaño que la primera, pero que cuyos directivos incurrieron en procedimientos muy parecidos a los de Báez Figueroa.
Leonel Fernández le sirvió siempre de apoyo a Báez Figueroa. Incluso, con declaraciones de Fernández contra el gobierno, culpándolo de la crisis y exonerando a los banqueros implicados. Así empezó la que algunos considera la corrida más grande en la historia de la banca nacional. El manejo de esta crisis financiera condujo a una crisis política, a la división del PRD y al retorno del doctor Fernández al poder en agosto del 2004, sin apenas hacer campaña o grandes esfuerzos.
Declaración de bienes de Leonel en 2004
Cuando Leonel Fernández ganó las elecciones de mayo del 2004 vivía en el Edificio Diandy XVIII de la avenida México, apartamento número 3, cuarto piso, valorado en 4.8 millones de pesos. Fue incluido en su declaración de bienes de ese momento.
Continuaba con el apartamento A-4, del condominio Denisse, valorado en un millón de pesos. Y al mismo tiempo registró un local comercial en el edificio NPI, en la calle Frank Félix Miranda, esquina Luis Scheker Hane, valorado en 1.7 millones de pesos.
El mobiliario de su vivienda fue valorado en 300 mil pesos y su cuenta en la APAP tenía 3.6 millones de pesos. Sus 5 mil libros los valoró en 1 millón de pesos, para un total de activos de 16 millones de pesos.
Su único pasivo estaba constituido por una deuda de 2 millones de pesos con Constructora Peña, para dar un resultado positivo de un patrimonio de 14,1 millones de pesos.
La administración de Leonel Fernández a partir del 2004 fue completamente distinta a la anterior de su novatada 1996-2000. Desde entonces se dio origen a una generación originaria de capital, por las más variadas vías, para que los peledeístas jamás pasaran penurias o precariedades y olvidaran para siempre sus años de pobreza y vida modesta. Con honrosas excepciones, los altos dirigentes y funcionarios del PLD han acumulado fortunas que les garantizan solvencia económica a sus familias y descendencias por varias generaciones.
Leonel Fernández, sin embargo, siempre se cuidó de no hacer ostentaciones personales. Al terminar el cuatrienio 2004-2008 logró reelegirse. Internamente en el PLD derrotó a Danilo Medina en 2007, quien aspiraba a convertirse en candidato presidencial del PLD. Leonel le ganó las internas y ganó las elecciones 2008-2012.
Declaración de bienes de Leonel del 2008
Cuando en septiembre de 2008 hizo su obligada declaración jurada de bienes, dijo lo siguiente:
Que su salario fue de 100 mil pesos mensuales, que ya había contraído matrimonio con Margarita Cedeño de Fernández, abogada, y que él no devengaba ningún otro ingreso. Sus hijos eran Nicole (11-11-1986) y Omar (05-12-1991) Fernández Domínguez y sus hermanos Kirsys 04-04-1958), Janet (01-05-1956) y Sonia Josefina (18-05-1960) Fernández Rojas, además de José Antonio Fernández (11-11-1964) y Darcio Andújar Reyna (28-12-1948).
Fernández no tenía en el 2008 patrimonio agrícola, embarcaciones, ni ganado. Inmuebles urbanos tenía su apartamento de la calle Presidente González valorado en un millón de pesos, su apartamento de la calle México valorado en 4.8 millones de pesos, el local comercial de la Frank Félix Miranda, valorado en 1.7 millones. Tenía también un crédito personal o deuda valorado en 2 millones de pesos, más una cuenta de ahorros en la APAP con 3.7 millones de pesos y otra en el Citibank con 3.6 millones de pesos. El mobiliario de su hogar lo valoró en 300 mil pesos, y declaró otro ingreso por un millón de pesos, pero no dijo su procedencia.
Último período de Leonel, desborde de la corrupción
Entre el 2008 y el 2012 fue cuando más desenfreno hubo en el gobierno del doctor Fernández. Revisar los diarios de entonces, las denuncias de la oposición, resulta ocioso. Fue la etapa en que los funcionarios más encumbrados aprovecharon la impunidad garantizada. Félix Bautista fue acusado después por fraude superior a los 27 mil millones de pesos, desde la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, y Víctor Díaz Rúa, como ministro de Obras Públicas igualmente fue imputado por múltiples irregularidades. El déficit gubernamental en el 2012 fue del orden de los 200 mil millones de pesos, y en numerosos municipios se hicieron juicios populares que terminaron condenando al doctor Fernández por prevaricación y otras irregularidades.
Fernández trató de imponer la reelección, pese a la prohibición de la Constitución del 2010, luego intentó que su esposa, la primera dama, fuese candidata, y luego quiso que el vicepresidente Rafael Alburquerque fuese el candidato del PLD. Danilo Medina siempre le ganó en esas contiendas internas.
Al terminar su mandato, Leonel Fernández declaró en el 2012 un patrimonio menor al que tenía en el 2008.
Dijo que su salario era de 125 mil pesos mensuales, y que su esposa, la Primera dama, ganaba sólo 85 mil pesos.
En ahorros en la APAP tenía tres cuentas de ahorros: una con 120 pesos, y otra con 5.3 millones de pesos y la tercera con 793 pesos. Tenía un certificado en el Banco Popular por 131 mil pesos.
No tenía patrimonio agrícola, ni en ganado, ni embarcaciones, y sus inmuebles seguían siendo tres:
Apartamento en la calle Presidente González valorado en un millón de pesos, , el apartamento de la avenida México, valorado en 4.8 millones de pesos y la oficina de la Frank Félix Miranda, valorada en 1.7 millones de pesos.
¿Qué ha pasado del 2012 hasta ahora?
Desde entonces Leonel no ha vuelto a declarar sus bienes. No participó en las elecciones presidenciales de 2016, pues se vio obligado a declinar sus aspiraciones y, pese a su oposición a la reforma constitucional para permitir la repostulación de Danilo Medina, terminó respaldando a su compañero y gobernante.
Su gran proyecto, Funglode, maneja sus finanzas de la forma más discreta posible. Siempre hay rumores, pero datos que reflejen una actitud de transparencia no aparecen. ¿Cómo se mantiene Funglode? Es la gran incógnita. Funglode ofrece cursos, tiene una universidad, cobra matrícula, entidades del Estado le daban antes donaciones, ahora parece que eso se ha detenido. Se desconoce si el sector privado sigue apoyando a Funglode, que es lo mismo que apoyar a Leonel Fernández. Ya los contratistas del Estado no aportan fondos millonarios a la ong del presidente Fernández.
Funglode, más que una fundación de la sociedad civil, es la sede del candidato presidencial de Fuerza del Pueblo, quien opera desde allí, pese a que también tiene una casa presidencial en la calle Benito Monción de Gascue.
Funglode ha adquirido muchos bienes inmuebles en la calle Capitán Eugenio de Marchena. Antiguas residencias han sido adquiridas y dado paso a nuevas edificaciones con vocación académica. También en la avenida César Nicolás Penson Funglode adquirió bienes inmuebles, incluyendo el terreno para instalar la Biblioteca Juan Bosch, que reúne a numerosas bibliotecas personales en ciencias sociales, que fueron adquiridas por Fernández o que les fueron donadas por terceras personas interesadas en agradar el ex presidente de la República.
Algunas de las más grandes edificaciones de la calle en que se encuentra Funglode son propiedad de personajes cercanos a Leonel, como Félix Bautista.
Modus operandi de Funglode, como receptora de fondos para provecho de Leonel Fernández
El 24 de enero del 2013, a menos de un año de haber salido del poder, el doctor Leonel Fernández fue acusado mediante querella presentada por el doctor Guillermo Moreno, por prevaricación a través de Funglode. Los abogados que sirvieron como profesionales al servicio de Moreno fueron Cristóbal Rodríguez Gómez, Carlos Moisés Almonte y Jorge Luis Polanco Rodríguez.
Leonel y Funglode fueron imputados por prevaricación, lavado de activos y varios delitos más, contenidos en el Código Penal: Los artículos incluidos “contemplan y sancionan la prevaricación, la concusión, el delito de los funcionarios que se hayan mezclado en asuntos incompatibles con su calidad y el Perjurio; los artículos 3, letras a y b, 4, 5, 8 letra B, 18, 26 y 27 de la Ley 72-02 y el artículo 2 letra A) del Reglamento de Aplicación de dicha Ley, contenido en el Decreto No. 20-03, de fecha 14 de enero de 2003, todos los cuales contemplan y sancionan el Lavado de Activos y el Incremento Patrimonial Derivado de Actividades Delictivas y el artículo 146 de la Constitución que proscribe los actos de Corrupción. 2) Fundación Global Democracia y Desarrollo, Inc. Imputada de ejecutar los hechos que se presentan y de haber violado los artículos 3 letra a y b, 4, 20 y 29 de la Ley 72-02, todos los cuales contemplan y sancionan el Lavado de Activos”.
El proceso no avanzó debido a que la fiscal del Distrito Nacional de entonces, Yeni Berenice Reynoso, y el Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, archivaron la querella por presunta debilidad técnica. En el caso del entonces Procurador General, alegó ser amigo y conocedor de la honorabilidad de los imputados.
El documento que se presentó como querella, posteriormente publicado como libro, queda para la historia, y su archivo fue solo uno de los elementos propios de la impunidad que se siempre el sistema judicial ha garantizado a quienes han ejercido el poder.
«Al presentar formalmente la presente querella ante los órganos de justicia competentes, nos mueve el legítimo interés como ciudadano dominicano de que hechos ilícitos de esta magnitud no queden impunes, de contribuir así al fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas, y sobretodo que nunca más alguien se prevalezca de estos medios para defraudar el patrimonio público”, decía la querella en su introducción.
El primer punto de la querella señala que Leonel Fernández no figura como fundador de la entidad, y por tanto no podía ejercer funciones en su representación. Los fundadores fueron Temístocles Montás, Gustavo Montalvo, Carlos Dore Cabral (este intelectual está retirado desde hace varios años por problemas de salud), Estanislao Pérez Guzmán, Milagros Carolina De León Melgem, Aida Esther Montero Morales y Natasha Despotovic (ésta dirige la filial de Funglode en Estados Unidos).
Antes de crearse formalmente Funglode, narran algunas versiones, Leonel fue recibiendo donaciones mientras ejercía la presidencia. Esos recursos los administraba el señor Manuel Alexander Rodríguez Casado, y eran depositados en una cuenta en Baninter.
Empresas de construcción, como el Grupo Modesto, desde junio del 2000 comenzaron a entregar partidas de más de un millón de pesos, para Funglode. José Modesto y el Grupo Modesto eran constructores del Estado, y cuando recibían desembolsos debían gratificar a alguien, y ese alguien siempre era la cuenta de Funglode. Las partidas que este grupo entregaba a Funglode eran desde 1.0, 1.7, hasta 7 millones de pesos mensuales. Ese grupo tuvo obras en el año 2000 por encima de los 500 millones de pesos, de acuerdo con la querella.
Los investigadores expresan que la cuenta administrada por Rodríguez Casado, antes de ser fundada formalmente Funglode, recibió cheques y realizó depósitos por un monto de RD$66,622,292.70, y ese dinero era para beneficio de un único dueño: Leonel Fernández.
«Debemos apuntar que en aplicación de la Ley 82 Leonel Fernández, como Presidente de la República, tenía la obligación de levantar un inventario detallado y bajo la fe del juramento, hecho ante Notario, de los bienes que constituían su patrimonio, tanto antes de tomar posesión como dentro del mes de de haber cesado en sus funciones”.
Siguen diciendo que Leonel Fernández salió de la Presidencia el 16 de agosto del año 2000, afirmando bajo declaración jurada al pueblo dominicano, tener un patrimonio de alrededor de diez millones de pesos. Es decir, la declaración no decía la verdad.
Como referencia se cita la visita a Funglode, en 2005, del ex presidente del gobierno de España, José María Aznar, quien “no disimuló su sorpresa ante el esplendor y dimensiones de la sede de la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode). Para él (aunque lo manifestó con elegancia) se trata de una obra que traspasaría las normales posibilidades de cualquier protagonista de la política o del Poder.” Periódico Hoy de fecha 27 de noviembre de 2005.
Explican que Leonel Fernández, luego de su retorno al poder en el 2004 diseño un esquema de enriquecimiento ilícito. Y lo explican de la siguiente forma:
Leonel Fernández propició, fomentó y consintió la incursión en el mercado público y privado, de “compañías” e interpósitas personas que como “empresarios” captaban riquezas que pudiesen ser puestas a su disposición, a través de Funglode, por vía directa o indirecta. Esas captaciones constituyeron una competencia desleal a las empresas que operan de manera lícita, que por su naturaleza son reales y tradicionales en el mercado. Además, los aportes recibidos por esta vía resultan ser incompatibles con la función pública y además se ejecutaron en violación a la ley.
Prestadores de servicios al Estado Dominicano hacían contribuciones o aportes a Leonel Fernández, a través de Funglode.
Leonel Fernández, a través de Funglode, convierte entidades de naturaleza pública en clientes y patrocinadores de actividades que promueve, obteniendo por esta vía recursos del patrimonio público.
A partir de esta parte la querella penal se dedica a explicar el entramado creado por Félix Bautista para enriquecer a Leonel Fernández.
También describen como se transferían cientos de millones de pesos desde ministerios estatales, como Educación, Obras Públicas, Salud Pública, Indotel, la CDEEE, a Funglode por actividades de formación para técnicos oficiales. Cada actividad que realizaba Funglode, fuera una copa de gol o una muestra de cine, representaba ingresos de millones de pesos como patrocinio de instituciones estatales.
Las finanzas de Funglode, de antes y de ahora, nadie las conoce, ni se sabe de una auditoría o de algún reporte financiero. Funglode tiene también una sucursal en los Estados Unidos, y sus finanzas podrían conocerse en ese país, pero sigue desconociéndose el estado de las finanzas de la entidad que preside Leonel Fernández.
Otro detalle de la denuncia de Guillermo Moreno
En un artículo publicado el 18 de junio de 2018, en Diario Libre, Guillermo Moreno se encargó de describir el modo en que desde las diversas instancias estatales era financiada la fundación Global.
De acuerdo con Guillermo Moreno:
“La operación de recepción y depósito en las cuentas de Funglode se hacía, inicialmente, desde el Ministerio de Obras Públicas, que presidía el Ing. Diandino Peña. El ministro comisionó a esos fines a una persona que laboraba directamente con él y era de su estricta confianza, a tal punto, que se abrió la cuenta No. 0-652736-00-9, mancomunada entre el empleado y Funglode, en el Banco Intercontinental (Baninter). En esa cuenta se llegó a depositar en favor de Funglode, utilizando la indicada vía de captación de recursos, la cantidad de RD$66,622,292.70. Todo está documentado en la querella.
Luego, para el periodo de los 8 años de gobierno de Leonel Fernández (2004-2012) una de las formas de captación de recursos a través de Funglode fue mediante un mecanismo de triangulación de dinero desde empresas de Félix Bautista, quien, a partir del 16 de agosto de 2004 fue designado director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE).
Félix Bautista desde (OISOE), sin ningún rubor ético, benefició directamente a sus empresas, adjudicándoles la construcción de obras públicas que estaban a cargo de la oficina del Estado que dirigía. Esta práctica se extendió a Haití, especialmente después del terremoto del 12.01.2010. Recuérdese que, en la ocasión, el gobierno dominicano donó a Haití hasta una universidad.
En la querella se documenta todo el proceso de triangulación de dinero desde empresas de Félix Bautista a favor de Funglode. Entre las varias operaciones que se citan en la querella están las siguientes:
- i) El 22 de agosto de 2011 Constructora Hadom, S.A. transfiere a favor de la cuenta en el BPD No.763-854767 de la empresa Diseño de Obras Civiles y Electro (DOCE), RD$11,275,000.00. El mismo 22 de agosto, DOCE emite contra la cuenta No.763-854767, del BPD, el cheque No.490 a favor de la Fundación Global, por RD$5,250,000.00.
- ii) El 22 de agosto de 2011, DOCE, emite también contra la cuenta No.763-854767 del BPD los cheques Nos.501, 502 y 503, por valor de RD$2,001,393, cada uno para comprar tres cheques de administración del BR a favor de la Fundación Global por US$52,500.00 cada uno, para un total de US157,500.00
iii) El 18 de febrero de 2011 DOCE vende al BR la suma de US$40,000.00. Ese mismo día el BR emite un cheque de administración por RD$2,000,000.00 a favor de la Fundación Global.
- iv) El 7 de enero de 2011, DOCE gira contra su cuenta en pesos No.763-854767 del BPD, el cheque No.330 a nombre de Fundación Global, por RD$2,000,000.00
- v) El 4 de noviembre de 2011 DOCE gira contra su cuenta en pesos No.763-854767 del BPD, el cheque No.151 a nombre de Fundación Global, por RD$1,000,000.00.
Como puede apreciarse, una parte del dinero proveniente de la corrupción de Félix Bautista, se lavaba como aportes a la Fundación Global. Precisamente ésta era una de las imputaciones hechas en la querella, la violación de la Ley 72-02 y su reglamento que contemplan y sancionan el lavado de activos.
Hasta aquí la narración de Guillermo Moreno, en su artículo de junio del 2018.
Quirino Paulino Castillo hizo daño a Leonel Fernández
Ha sido el más famoso de los narcotraficantes dominicanos, y supo aprovechar sus relaciones con funcionarios civiles y militares para hacer crecer sus operaciones y negocios de envío de drogas a los Estados Unidos y Europa.
Quirino fue capitán del Ejército Nacional, establecido en Elías Piña, pero mantenía fuertes operaciones en el Distrito Nacional, y en particular relacionado con el mando militar y con la jefatura del Departamento Nacional de Investigaciones.
Hasta que, siendo Leonel Fernández presidente de la República, fue apresado en una operación dirigida por la DEA en Santo Domingo.
El 18 de diciembre de 2004 fue detenido, luego de que se descubriera un camión que contenía 1,387 kilos de cocaína, valorada en 30 millones de dólares, alegadamente procedente de Colombia. El camión provenía de la región sur de República Dominicana, y se dirigía a la región norte, a donde iba a ser procesada y enviada a su destino final, los Estados Unidos. El conductor del camión Tirso Cuevas Nin junto al ex coronel Lidio Arturo Nin Terrero, este último se desempeñaba como jefe de la cárcel de máxima seguridad de Azua quien al momento de su arresto, se trasladaba en la camioneta Daihatsu. Los dos fueron interceptados por agentes de la DEA y de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Surgió de inmediato el nombre de Quirino. Había financiado la campaña electoral de varios partidos, incluyendo la del PLD encabezado por Leonel Fernández. Se quiso atribuir la conexión a Hipólito Mejía, del PRD, pero no resultó posible, por más esfuerzos que hicieron los aliados del doctor Fernández.
Quirino fue apresado y deportado durante el gobierno del presidente Fernández (2004-2008) para que la justicia norteamericana lo procesara.
Fue condenado a 10 años de prisión, y los cumplió, además de revelar sus conexiones, facilidades y negocios.
Regresó subrepticiamente al país, la segunda semana de febrero de 2015, y de inmediato comenzó una campaña pública contra Leonel Fernández, acusándole de ser el receptor de cientos de millones de pesos, en maletines que él entregaba a través de diferentes personas, incluyendo a Félix Bautista. Afirmó que con dinero suyo se adquirieron las plantas de emergencia de Funglode, y el reclamo de Quirino era que Leonel le devolviera alrededor de 300 millones de pesos que le había prestado.
Entre las declaraciones Quirino afirmaba haber aportado más de US$4.6 millones en la campaña del PLD para el periodo 2007-2008. Dijo estar dispuesto a que se le haga la prueba del polígrafo para demostrar la veracidad de sus alegatos. La denuncia fue negada por el PLD y su presidente, Leonel Fernández.
Leonel Fernández no respondió personalmente al capo. Sí hizo público un documento de cinco párrafos, negando las acusaciones sin mencionar al infame personaje, pero jamás ha querido volver a referirse al tema. Entre los aliados del doctor Fernández se barajó la idea de que Quirino fue traído al país por gente del gobierno de Danilo Medina para hacer desistir a Leonel Fernández su búsqueda de la presidencia en 2016, y que finalmente apoyara la reelección de Danilo Medina, cosa que ocurrió.
Y con el caso Odebrecht, ¿qué relación tuvo Leonel Fernández?
Hasta el momento nadie ha mencionado directamente al doctor Leonel Fernández como receptor de fondos de Odebrecht, aunque hay sospechas de que las transacciones pudieron darse vía algún funcionario, sea el ministro de la presidencia o el ministro de Obras Públicas de su gobierno.
El caso ha pasado por muchas manos, en el ámbito de la justicia y el ministerio público, y ninguno de los presidentes que hemos tenido entre el 2001 y el 2016 ha sido interrogado. Hipólito Mejía fue el único que ofreció un discurso aclarando las actividades de su gobierno, excluyendo cualquier relación suya o de sus vinculados con la empresa constructora brasileña.
Ángel Rondón ha sido el beneficiario de todos los fondos entregados por Odebrecht a empresas dominicanas. A partir de Rondón es que debían buscarse las conexiones, y en particular a través de sus muchas empresas y corporaciones. Rondón fue representante comercial de Odebrecht en el país, también fue contratista, era quien negociaba los contratos, quien los gestionaba para aprobación en el Congreso Nacional y quien requería los pagos de las instituciones estatales.
Ángel Rondón declaró que la cuenta de su empresa Lashan Corporation, quien decidía sobre sus fondos era el gerente de Odebrecht, Marco Vasconcelos Cruz. “Era él quien me daba las órdenes y me decía transfiere 100 mil dólares a tal empresa, y yo no conocía quién era la empresa ni el concepto de los fondos entregados”.
Esas declaraciones las ofreció Rondón en el programa El Sol de la Mañana. Dijo que él mismo entregaba dinero a políticos, a empresas de aviación a título personal, a través de la empresa Lashan Corp. Dijo Rondón que los políticos a los que entregó dinero debían ser investigados también. Sin embargo, el Ministerio Público excluyó a la empresa Lashan de la investigación y como imputada. El juez Francisco Ortega dijo que nadie que haya sido excluido de la investigación podía ser tocado.
Dinero de Odebrecht ¿O de Ángel Rondón? para Funglode
Las cuentas de Lashan nunca fueron investigadas, y vía las cuentas de esa empresa era que Marco Vasconcelos Cruz manejaba los fondos que Ángel Rondón entregaba a destinatarios específicos.
Acento tuvo acceso a cuatro transacciones a favor de Funglode, realizadas tres -desde la empresa Lashan- y una a través de la empresa Conamsa. Fueron las siguientes:
Por vía de Bancamérica, el 10 de junio del 2013, le fue transferida a Global Fundation for Democracy and Development, en Estados Unidos, la suma de 100 mil dólares, en una operación internacional en la que intervinieron el Deutsche Bank y el Bank of America.
El 15 de agosto de 2014, por la misma vía, Lashan transfirió a Global Fundation la suma de 11,500 dólares. Y el mismo día, en otra operación, realizó la transferencia de otros 100 mil dólares, para un total de 111,500 dólares, desde la misma cuenta del mismo banco.
Una cuarta operación para Global Fundation se produjo el 7 de noviembre de 2015, pero desde la cuenta de Conamsa, de Rondón, a la fundación de Leonel, por la suma de 100 mil dólares, también desde el Deutsche Bank hacia la cuenta de la entidad en el Bank of America.
Como puede notarse, los políticos tienen formas muy variadas de engrosar sus cuentas, y las cuentas de sus socios y subalternos, sin afectar jamás su propia y particular declaración jurada de bienes, como ha hecho el doctor Leonel Fernández, candidato presidencial del partido Fuerza del Pueblo.
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