Por MÁXIMO LAUREANO
A un señor genio, identificado como Héctor Vásquez, ejecutivo de la Cooperativa de Servicios Múltiples La Económica (Coopegas), distribuidora de GLP, en Licey al Medio, tuvo la idea brillante de sugerirle a los medios de comunicación que contenido deben publicar, para no afectar a la comunidad involucrada en la tragedia que suma 11 fallecidos.
Aquí la propuesta:
”Héctor Vásquez llamó a los medios de comunicación a contribuir con sus contenidos a unir buenas voluntades mediante un despliegue que favorezca lo mejor para la comunidad afectada”, se lee en el segundo párrafo del comunicado recibido por voces de este medio.
Es como decirle a un periodista, hubo un incendio, pero no lo escriba, porque afecta la comunidad y así protegemos a los responsables de este evento fatal.
Es como decirle a un periodista, que 17 días después, han muerto 11 personas, pero que no lo puede escribir, porque afecta a la comunidad y debo proteger a los responsables de esta desgracia, que no sabemos si se identificarán, porque hay una investigación en curso, de la cual, no estamos seguro que lleguemos a conocer sus resultados, porque posiblemente eso también afecte la comunidad.
Pero, el señor Vásquez debe tener claro que, el dolor del esa comunidad de Licey, no lo sembró un periodista con sus publicaciones, los traumas de decenas de personas allí, no es responsabilidad del trabajo periodístico, como tampoco lo ha sido la asistencia tardía a los afectados.
Hay familias completa bajo tierra, gente que no supera lo vivido y usted señor gerente, apunta a los periodistas, que no han hecho más que contar la historia de terror de esta desgracia.
En el comunicado de Coopegas, dado a conocer el sábado 17 de octubre del 2020, horas antes de la muerte de Samuel Ulloa, joven de 19 años, de edad, que perdió su lucha por la vida, con un 90 % de quemadura en su cuerpo, los ejecutivos de la cooperativa, expresaron en su comunicado pesar por las víctimas, pero no escribieron un párrafo que refleje su interés para se aclaren las causas de la tragedia y que se actué en términos judiciales, en caso de que se compruebe que hubo negligencia, como cuentan los vecinos del lugar.
Luego del comunicado los ejecutivos de Coopegas, difundieron un cartel luctuoso, tamaño gigante, para anunciar que no reabrirán, la estación distribuidora de GLP, de antemano saben que el pueblo afectado jamás apoyaría lo contrario. Como profesional del periodismo y basado en la recomendación del gerente Vásquez, sabemos que tenemos luz verde para publicar su valla, porque decir lo siento por los muertos, no afecta la comunidad.
Decir que los ejecutivos de Coopegas asistieron a la familia del vigilante Francisco Trinidad, con los gastos de su sepelio, tampoco afecta la comunidad.
Como periodista responsable, incapaz de vender nuestro compromiso y responsabilidad social, por causa alguna, tenemos razón de sobra para decirles a los ejecutivos de Coopegas, que su petición de sugerir a los comunicadores que escriben y que no escriben, es un acto irrespetuoso, para este oficio, aunque en el mismo haya mucha gente que no merezca ese respeto.
No se confundas gerente Vásquez, no es lo mismo su derecho a expresar su versión por el canal que ustedes entiendan pertinente, que pretender condicionar la versión que pueda contar un periodista, en relación una tragedia como la ocurrida en Licey u otro hecho.
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