Por EVELIN VALDEZ
En las últimas semanas se han registrado crímenes aleatorios en todo el territorio nacional, lo cual preocupa a la población.
¿Qué hacer ante la ola de crímenes?
Al pasar por las esquinas, podemos observar cómo la gente mira a su alrededor con cierta preocupación y la incertidumbre de que algo pasará
En la primera quincena de mayo en Santiago, se contaron 12 casos, en tres sectores principales de la Ciudad Corazón, los cuales conllevaron al cambio del director de la Policía Nacional, en esta plaza, el general de brigada, Ernesto Rodríguez García.
En su lugar asumió, el general de brigada, Claudio Edgar González Moquete, quien se una vez en el cargo, proclamó que devolvería la tranquilidad a Santiago.
Siendo el arrestó de un “ladronsuelo” quien se supone era una ficha conocido, quien debía estar cumpliendo alguna condena por ciertos delitos menores, fue la primera acción del del recién posesionado general en la Dirección Regional Cibao Central, con lo cual mandaba el mensaje de que había un león nuevo en la selva.
En los departamentos de denuncias, sobre delitos contra la propiedad (robo), las estadísticas aumentan con el pasar de los días, con el azote de robos a plena luz del día, sin importar el género, edad o clase social.
Una justificación, que no se justifica.
Un agente de la Policía Nacional alega que tiene que recurrir a los famosos operativos, para poder sustentar a su familia, porque el sueldo que devengan es irrisorio.
Por otro lado, los delincuentes dicen “no tenemos empleos y de algo hay que vivir” es acaso que perdimos la forma de ver la vida.
Desde cualquier esquina podemos ver cómo la vida puede pasar en un segundo o da la oportunidad de un nuevo cambio.
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