Por MÁXIMO LAUREANO
La decisión de la jueza Kimberly Tatis de ordenar prisión preventiva por seis meses contra el cabo de la Policía Nacional Alejandro Castro Cruz, imputado en la muerte del menor de 12 años Donally Martínez, ha sido bien vista por los deudos del niño, que no obstante cuestionan que fuera enviado a una cárcel especial en lugar de una ordinaria.
Los allegados del menor que resultó muerto tras ser baleado el 12 de febrero, cuando agentes policiales retiraban equipos de sonido a su padre, consideraron que es una burla que el imputado fuera enviado a la cárcel de Operaciones Especiales, en el sector de Manoguayabo, en Santo Domingo Oeste.
Una vez conocida la decisión de la jueza, los parientes del menor, que coparon los pasillos del Palacio de Justicia, reclamaron que el imputado debió ser enviado al Centro Penitenciario y de Rehabilitación Rafey/Hombre u otro del sistema ordinario, para que no sea tratado con privilegios.
El acusado de homicidio estará ahora de vacaciones en un “resort”, dijeron.
Consignas tales como “Policía Nacional, una banda criminal”, entre otras , fueron coreadas por los familiares y allegados del menor muerto.
La medida de coerción en contra del agente policial se conoció en un ambiente de tensión, por lo que las autoridades dispusieron de una gran presencia de patrullas para garantizar el orden en los pasillos y alrededores de la sede judicial.
Además de exigir que se haga justicia, algunos de los manifestantes vociferaban insultos a los agentes policiales que custodiaban el área, a quienes tildaron de “asesinos”.
Para este proceso en contra del agente Castro Cruz, el Ministerio Público estuvo representado por el titular de la Fiscalía Osvaldo Bonilla, quien planteó que se trata de un hecho grave en el cual el imputado, tras irrumpir en el lugar donde la familia de la víctima celebraba el carnaval, abusando de la autoridad que le confiere la ley, “violentó todos los protocolos de uso de la fuerza”.
“En su investigación preliminar, el órgano de justicia ha podido establecer que el imputado, en una actitud desafiante y agresiva, portando su arma de fuego visible, ordena bajar el volumen de la música e intenta ocupar el cajón de música de un vehículo con el que amenizaban el encuentro, por lo que un testigo, atendiendo a esta orden, guardó la bocina en el vehículo”, se establece en un comunicado del Ministerio Público.
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