EL PRESIDENTE NO SOLO QUERÍA LA REELECCIÓN

Por Máximo Laureano

Es posible que al expresar esta opinión coincida con personas que desde las gradas políticas y otros no tan en las gradas, que piensan que la meta del presidente de la República, Luis Abinader, no solo era ganar las elecciones, sino que buscaba un combo, una especie de “todo incluido”, que lo dejara desde ya, en la historia electoral dominicana, sin la necesidad de esperar las evaluaciones de sus ejecutorias en el Gobierno.

Como   dueño de la sombra y el árbol en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), trozo del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que llegó como inquilino se paga a las siglas ASD, patrimonio de la familia Abinader, el presidente sabía que ganaría las elecciones, sin mucha fatiga.

Pero igual, el presidente sabía que debía abrazarse a todo el recurso necesario, para robustecer su propuesta electoral, porque el objetivo iba mucho más allá de ganar la reelección, primer punto de la tabla electoral.

Ayudado por sus aliados, el presidente Luis Abinader, sumó 2, 506, 484, equivalente a un 57.85 %, registros ajustados   a las mediciones de Gallup-RCD Media, Greenberd-Diario Libre y la Mark Penn-SIN y otras firmas que no llegaron a marcar el 60 %.

El presidente logró la reelección sin sobresaltos, sin tener que acudir a un abanico de mano, pero, a 13 puntos del cacareado 70 %, rezado por la dirigencia y militancia perremeísta y   a cinco puntos del 62 % de Danilo Medina, en el 2016, que sumó 2, 847, 438 votos, es decir, que Luis Abinader, no logró la meta de superar al PLD de hace ocho años, objetivo que, aunque no lo dijera sabemos que le retozaba en su cabeza.

El presidente, que es un humilde esquemático, también quería el 100 % de los senadores, pero la oposición le arrebató   tres, por lo que, se queda con 29 y se iguala a Danilo Medina en 2016 y es obvio que, aunque el PRM tendrá dominio absoluto en la Cámara Alta, el presidente Abinader,  lo quería todo, sobre todo derrotar al jeque-político del partido Fuerza del Pueblo de la provincia San Juan, Félix Bautista.

El presidente también tiene una relección manchada por una derrota en el Distrito Nacional, (La Capital), porque se la jugó al despojar de la candidatura a una aguerrida Faride Raful, que procuraba un período más y que habría retendio el solio, aun cuando la competencia fuera con Omar Fernández, un joven nacido en la política, criado en la política y formado para la política, que sepultó a un político elitista y caducado como Guillermo Moreno, que solo aportó 15, 862 votos con su partido Alianza País,  un 0.36 %, a la reelección presidencial.

De toda manera el presidente de la   República, Luis Abinader, reforzó su equipo y ahora tiene “su Congreso” y creemos no tendría tropiezos, para presentar propuestas, que en otras condiciones podrían resultar conflictivas políticamente, como es el caso de la reforma fiscal y nos atrevemos a decir que que hasta  una modificación constitucional.

 

 

 

 

 

 

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